La investigación médica no es solo para las personas que padecen una enfermedad, dolencia o afección. Millones de estadounidenses padecen cáncer o afecciones relacionadas con la diabetes, la salud del corazón, el control del peso, el cuidado del cerebro y la memoria y otras áreas de la salud. Estas personas esperan una cura o un nuevo tratamiento. Pero la investigación depende de personas voluntarias sanas que ayuden a los investigadores a comprender mejor cómo podría ayudar un nuevo tratamiento o la atención médica. Los investigadores pueden comparar personas voluntarias sanas con pacientes que tienen una determinada enfermedad o afección. Esto ayuda a garantizar que lo que se está desarrollando no solo es seguro, sino eficaz para tratar a los pacientes que lo necesitan.

La participación voluntaria de personas sanas en estudios de investigación permite obtener mejores resultados, desarrollar avances en la medicina y mejorar la atención al paciente. Muchos avances médicos son posibles gracias a la decisión de personas voluntarias sanas de contribuir al progreso de la investigación.

• Las personas voluntarias que participan en un estudio reciben más atención médica con frecuentes seguimientos y evaluaciones de progreso.
• Además, pueden obtener mejores resultados que las personas que no participan en un estudio.
• Los participantes tienen acceso a los últimos tratamientos mucho antes de que estén al alcance de todos.
• Es posible que, a raíz de su experiencia o de la de un ser querido, quiera contribuir a diseñar el futuro de la atención médica para usted y para los demás.